Los secretos del vestido-mapping que deslumbró en la noche de los Grammy
Carrie Underwood, ganadora de America Idol, dejó con la boca abierta en la noche de los Grammy a millones de espectadores en todo el mundo con su vestido-pantalla.
La noche de los Grammy siempre es mágica, no solo para el mundo de la música, sino también para las puestas en escena. Una de las más espectaculares se vivió el pasado domingo cuando Carrie Underwood, ganadora de America Idol, dejó con la boca abierta a millones de espectadores en todo el mundo con su vestido-pantalla.
Acudiendo a técnicas de mapping, al interpretar el tema Two Black Cadillacs, su amplio vestido blanco se convirtió en una pantalla sobre la que se proyectaban imágenes, desde el vuelo de unas mariposas hasta motivos abstractos. Un vestido cambiante, en constante movimiento, que eclipsó al resto de actuaciones y era en si mismo la mejor puesta en escena posible.
En algunos momentos de la actuación, el mapping no solo se limitó al vestido sino que inundaba todo el escenario creando un efecto visual realmente impactante.
Una proyección frontal sobre el vestido permitió crear un efecto asombroso, inaugurando así nueva nueva era en la que el mapping, más allá de superficies arquitectónicas, llega también a la moda.
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