AMX ofrece una solución funcional, sencilla y económica para llevar 4K sobre redes IP
Los codificadores y decodificadores de las series SVSI N2300 y N2400 distribuyen una óptima calidad visual 4K con baja latencia, reducido consumo de ancho de banda y de energía.
Como empresa pionera en utilizar las redes IP para transmitir audio y vídeo, que dio lugar al término Networked AV, la marca SVSI de AMX -que comercializa en España y Portugal la red de distribuidores de AVIT Vision -ha utilizado los protocolos de comunicación, ya desarrollados para la transmisión y recepción de datos, para la conmutación matricial de señales AV.
Gracias a ello, ahora es posible contar con infraestructuras de bajo coste que usan la red existente para gestionar a la vez audio, vídeo, red, control y alimentación, hasta el punto que las soluciones Networked AV se han convertido en la mejor opción para instalaciones de ocio y hostelería
Los codificadores y decodificadores de la serie AMX SVSI N2300 distribuyen una óptima calidad visual 4K con baja latencia, reducido consumo de ancho de banda y de energía a un coste competitivo, especialmente indicados para su aplicación en casinos, restaurantes, hostelería y en cualquier instalación en la que el vídeo puede mejorar la experiencia del huésped.
Además, si un cliente necesita extender su red de pantallas de vídeo o similar, la gama N2300 facilita esta reconfiguración con un cable de categoría estándar y un decodificador para acceder al vídeo desde la red.
Con la premisa de expandir sin reemplazar la infraestructura, esta solución de SVSI permite añadir un codificador a cada fuente de vídeo adicional y un decodificador a cada pantalla de vídeo o proyector adicional.
Por su parte, la serie N2400 proporciona una solución de distribución y conmutación digital media ágil, fácil de instalar y con gran funcionalidad que puede utilizarse para aplicaciones 4K30, ya que si se requiere incluso más calidad, estos codificadores y decodificadores aportan hasta 4K60 4:4:4 y son compatibles con resoluciones de vídeo en tiempo real de hasta 4.096×2.160p y HDCP 2.2.
Gracias a ello se mantiene el color y el brillo de cada píxel transmitido, con una latencia tan baja que admite aplicaciones extremadamente sensibles, como eventos con mucho movimiento en directo, presentaciones interactivas mediante teclado y ratón como las de gaming, entre otras.
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