Bodmin Jail Experience ofrece un recorrido inmersivo AV controlado con Pixera

Más de sesenta canales combinados de audio se reproducen a través de una sola unidad de control Pixera mini Director, del fabricante AV Stumpfl, en un histórico espacio del condado inglés de Cornualles: la Bodmin Jail Experience.

Aunque la cárcel de Bodmin (reconvertida para su recorrido histórico) siempre ha acogido a decenas de miles de visitantes cada año, al menos antes de la llegada de la pandemia, en 2020 la dirección de este espacio emprendió una renovación del museo.

La pieza central de esta reforma, que también incluye un nuevo edificio con una entrada rediseñada, se denomina Dark Walk (paseo oscuro), una exposición inmersiva que utiliza espectaculares decorados, efectos especiales, películas y proyecciones para transportar a los visitantes a través del pasado embrujado de Cornualles.

Esta experiencia audiovisual se complementa con trabajos adicionales en todo el edificio original de la cárcel, protegido por la ley, que se han llevado a cabo para preservar su patrimonio, al tiempo que se mejora la atmósfera a lo largo de los pasillos originales de la cárcel y en las mugrientas celdas.

El proyecto pudo llevar a cabo esta ambiciosa recreación gracias a los conocimientos del especialista en diseño y producción de experiencias Sarner, a cuyo equipo se encargó la tecnología necesaria para transformar la humilde cárcel en una atracción inmersiva de categoría mundial.

«Utilizamos toda una gama de tecnología de efectos especiales y AV para lograr el producto final deseado -explica Ross Magri, director general de Sarner-. Esto incluía gasas holográficas, humo, viento, agua y efectos mecánicos, todo ello automatizado y perfectamente sincronizado con los efectos de audio, vídeo e iluminación».

Además de cuatrocientos dispositivos de iluminación que utilizan 1.713 canales DMX en siete universos, Dark Walk cuenta con dieciséis proyectores láser E-Vision 7500 del fabricante Digital Projection y un discreto sistema de audio (compuesto por altavoces JBL y amplificadores de Audac).

Estos sistemas ayudan a crear la inquietante e incluso siniestra atmósfera que sigue a los visitantes de una exposición a otra, que incluye las voces e imágenes fantasmales de salteadores de caminos, contrabandistas y antiguos reclusos, y mantiene el recorrido a través de la sentencia, la vida en prisión y, finalmente, la ejecución.

Todo el contenido audiovisual de esta experiencia, configurada con más de sesenta canales combinados de audio y código de tiempo, se reproducen con una sola unidad maestra AV Stumpfl mini Director, que a su vez controla otros cinco servidores multimedia también de este fabricante. El formato ultracompacto del sistema lo hace idóneo para este tipo de instalaciones, ya que dos servidores pueden acoplarse en un rack 1U de 19″.

«Pixera mini Director nos permitió sincronizar todos los aspectos de la exposición -recuerda Ross Magri-. AV Stumpfl nos apoyó mucho durante las primeras fases del diseño y en el periodo de instalación. Tener tantos canales de audio resultó ser un reto, pero este fabricante se comprometió totalmente y ayudó en todo lo necesario para que los problemas se resolvieran lo antes posible».

El experimentado equipo de Sarner utilizó una mezcla de proyección mixta de bordes de pantalla ancha y mapping de proyección, trabajando estrechamente con los equipos de producción y creativo para garantizar que el material suministrado tuviera en cuenta los requisitos técnicos.

«Una vez que recibimos el material, la configuración de la reproducción fue bastante sencilla y estamos muy contentos con el resultado final», afirma el directivo de Sarner.

Aunque las renovaciones de la cárcel de Bodmin sufrieron los mismos retrasos y complicaciones que otras atracciones durante los cierres nacionales de Reino Unido por la pandemia, la exposición se abrió al público el 1 de octubre de 2020 y superó todas las expectativas en cuanto a número de visitantes ese periodo relativamente corto.

«Aunque solo pudimos hacer funcionar la atracción con números reducidos, la respuesta del público fue estupenda. Esto se reflejó en el número de visitantes, que en algunos momentos funcionó a pleno rendimiento», concluye Magri.

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