Genelec da respuesta a los retos arquitectónicos de la escuela de música de Estocolmo
En la sala de conciertos de la Lilla Akademien se ha instalado un sistema de altavoces IP inteligentes de Genelec que proporcionan al recinto un óptimo sistema de sonido distribuido. Este está integrado por veintidós modelos Smart IP 4420 y cuatro 4430.
Cuando los directores de la escuela de música de Estocolmo Lilla Akademien, se propusieron construir una nueva sala de conciertos en su campus existente, su misión era crear un lugar muy flexible, que sirviera como pequeño espacio de actuación para conciertos profesionales de música en directo, como sala de ensayos para los estudiantes de la escuela de música y como entorno para el aprendizaje creativo. El proyecto tardó más de dos años en completarse y el resultado es un auditorio que combina una armoniosa arquitectura, tecnología e iluminación, con un sistema de sonido de Genelec.
«Queríamos ofrecer a los estudiantes, y a todos los que actúan en la sala, un lugar en el que pudieran sumergirse de verdad en su instrumento. Para ello, necesitábamos un sistema de sonido que funcionara tanto para música clásica en directo, interpretada acústicamente, como para música electroacústica y conciertos retransmitidos en directo», explica Mark Tatlow, asesor artístico de Lilla Akademien.
El arquitecto italiano Giorgio Palù, una vez identificado el edificio más adecuado en el campus, capaz de maximizar el potencial de diseño y funcionalidad, puso el listón muy alto en cuanto al diseño estético de la sala y dejó la acústica del recinto en manos del japonés Yasuhisa Toyota, toda una autoridad internacional en el campo del diseño de salas de conciertos. La inusual disposición de la sala exigió la colaboración de un equipo internacional de profesionales de diversas disciplinas, entre ellos los integradores suecos Informationsteknik.
Marcus Haraldsson Boij, director técnico del equipo de Informationsteknik, explica los retos los proyecto. «A pesar del aforo relativamente pequeño de 300 plazas, este es uno de las instalaciones más complejas en los que he participado. La combinación de un escenario situado en el centro, el largo tiempo de reverberación de la música clásica acústica y el requisito de diseño de reducir al mínimo el número de altavoces visibles lo hicieron muy interesante desde el punto de vista del diseño acústico».
Boij, músico experimentado con formación en ingeniería de sonido, comprendió perfectamente las limitaciones de la arquitectura cavernosa del edificio y se puso a buscar un sistema de sonido flexible que pudiera funcionar tanto para música acústica como no acústica.
«Necesitábamos distribuir un sonido de alta calidad cerca del público sin que sonara más fuerte que la reverberación. Sin un escenario tradicional ‘izquierda/derecha’ y con el público sentado en tres niveles diferentes rodeando a la orquesta, exigía una forma diferente de pensar – y aunque yo quería más altavoces, simplemente no era posible dado el diseño de la sala».
Para limitar la cantidad de sonido que rebotaba por la sala, era importante reducir el volumen de los altavoces y la gama Smart IP de Genelec de modelos en red, con su rendimiento de audio y claridad de campo cercano, fue una elección obvia.
«Al colocarlos alrededor del espacio evitamos utilizar un sistema line array tradicional, que habría sido demasiado molesto en este entorno. En su lugar, creamos un sistema de sonido distribuido único que aprovechaba el volumen de toda la sala y proporcionaba al público un sonido rico e íntimo», continúa Boij,
El equipo de Informationsteknik especificó veintidós modelos Smart IP 4420 y cuatro 4430. Pintados en color dorado RAL 1036, los 4430 eran los únicos altavoces visibles de toda la instalación. Dos pares estaban suspendidos bajo el balcón del primer nivel, combinando armoniosamente con la decoración. Se instalaron pares adicionales de los compactos 4420 cada pocos metros a lo largo de cada sección de la pared curva entre las ventanas, ingeniosamente ocultos en cajas empotradas especialmente aisladas.
«Sabíamos que, con la forma en que estaban construidas las paredes y los requisitos de diseño que nos imponían, tirar cables iba a ser un problema», señala Boij. «En consecuencia, la familia de altavoces activos Smart IP era la elección perfecta, ya que así evitábamos tener que preocuparnos de alojar amplificadores externos, y la tecnología de cable único de Smart IP facilitaba el cableado».
Para Lilla Akademien, era esencial que la sala pudiera satisfacer la doble exigencia de la tradición de la música clásica y la música del mañana. El diseño activo de los altavoces Genelec no sólo eliminó la necesidad de amplificadores externos, sino que proporcionar sonido multicanal a través de la red Dante fue una ventaja inesperada para los estudiantes de la escuela.
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