Hyparschale inicia su actividad como centro polivalente con el audio de WSDG
ADA Acoustics & Media Consultants, empresa de WSDG, ha optimizado la acústica de este edificio histórico del ingeniero alemán Ulrich Müther, transformándolo en un lugar versátil para eventos y música.
Considerada como una de las mayores construcciones en cascarón de hormigón y parte de los cincuenta edificios con esta estructura laminar que quedan en pie, creados y diseñados por el ingeniero Ulrich Müther, Hyparschale se inauguró en 1974 en Magdeburgo como institución cultural de la República Democrática Alemana pero, tras la reunificación, cayó en desuso dado que la integridad de la cubierta era motivo de preocupación y se cerró.
Tras tomar la decisión de restaurar en 2017 el edificio y transformarlo en un espacio funcional y polivalente para toda la comunidad de la ciudad alemana de Magdeburgo, se inició un complejo y ambicioso proyecto que finalizó hace sólo unos meses.
Un elemento fundamental en este proyecto ha sido el diseño acústico del espacio, para lo que se contrató a ADA Acoustics & Media Consultants (ADA-AMC), una empresa de WSDG, que tras numerosas visitas sobre el terreno inició los primeros informes.
El alcance del proyecto abarcaba el control del campo sonoro, no solo del volumen principal de 17.000 m³, sino de los cubos de nueva construcción, supervisados por Tobias Behrens, de ADA-AMC, además del diseño electroacústico, la amortiguación del ruido de los equipos y los sistemas de ventilación.
El término Hyparschale (hypar-cáscara) fue acuñado por Müther para describir las curvas paraboloides hiperbólicas que caracterizan el diseño de muchos de sus edificios. Las limitaciones de las técnicas y materiales en el momento de su construcción hicieron que no estuviera a la altura de la visión original de su creador, ya que la gran franja de luz que proporcionaban las claraboyas lineales quedó bloqueada cuando las goteras obligaron a cubrir las ventanas con materiales de cubierta.
Ubicado a orillas del río Elba, este singular edificio se ha convertido en un icono para la comunidad local, que impidió que se demoliera y que se iniciara un lento y complejo proceso de restauración, ya que tanto el tamaño como la forma de la cubierta implicaban que convertirlo en un centro polivalente y acústicamente apto para sus fines haya sido un gran reto.
“La estructura del edificio era sorprendentemente sólida, incluso después de no haberse utilizado desde los años 90 -explica Behrens-. Todo el espacio tiene un volumen de 20.000 m3, por lo que se necesita mucho material para reducir los tiempos de reverberación. Tradicionalmente, el techo sería un lugar muy útil para empezar a añadir materiales absorbentes, pero para este espacio, no podía ser”.
Formada por cuatro superficies de cubierta paraboloides hiperbólicas, Hyparschale cubre un área total de 48×48 metros, con fachadas de cristal en los cuatro lados, con el punto más alto de las curvas a 16 m. Internamente no hay soportes, y el resultado es un espacio ininterrumpido, singular y abierto. Las claraboyas reinstaladas, descubiertas tras años ocultas bajo la tela asfáltica, dividen el techo en cuartos y acentúan la curva del tejado en el interior.
Para que el espacio pudiera tener múltiples usos, gmp Architects añadió cubos en cada esquina, en una disposición cuadriculada siguiendo el diseño de Müther, de los que dos de ellos se han diseñado como salas de seminarios, que pueden acoger hasta 127 personas sentadas cada uno.
Los cuatro cubos están conectados por pasarelas que atraviesan el espacio en las primeras plantas, dedicadas a exposiciones, si bien las más bajas tienen fines distintos: una de ellas alberga instalaciones como aseos y guardarropa, la segunda una cafetería y las dos posteriores salas polivalentes para conferencias y formación.
La zona central restante conserva su diseño diáfano y puede utilizarse como auditorio, con capacidad para quinientas personas sentadas. Los tiempos de reverberación de este espacio son demasiado largos, incluso para conciertos u orquestas, lo que impedía una inteligibilidad de la palabra aceptable sin tratamientos absorbentes.
Debido a la estructura del techo, los métodos tradicionales, como una capa de absorción a los techos, no estaban disponibles. No se podía alterar el techo ni añadirle peso debido al complejo equilibrio matemático que mantiene erguida la enorme curva sin soporte. Las líneas visuales tampoco podían alterarse, por lo que las cortinas o los bafles acústicos no eran apropiados para el espacio, todo ello hacía que el proyecto acústico fuera un reto.
Los amplios ventanales de cristal también son muy reflectantes y, como el espacio es casi cuadrado, las paredes son paralelas, lo que produce ecos más planos que afectan negativamente a la inteligibilidad. El control de los tiempos de reverberación de la sala ayuda a controlar estos ecos y las persianas, que se colocan en las ventanas para dar sombra, ofrecen una absorción acústica limitada, controlando así los ecos planos en el auditorio.
La principal solución para controlar la acústica de la sala fueron los cuatro cubos y los puentes de interconexión. Estos espacios están tratados acústicamente, no sólo internamente con materiales de absorción en las paredes, sino con cortinas especiales de cinco capas que permiten 20 dB de diferencia acústica a cada lado.
También están tratados externamente, con todas las superficies posibles recubiertas de materiales amortiguadores, incluidos los plafones de los puentes y los paramentos de las paredes. Han permanecido las reflexiones laterales para garantizar que la acústica se ajustara al sonido esperado de un espacio tan abierto.
“Hyparschale requiere un enfoque único para proporcionar la respuesta correcta de la sala. Como espectador, si no tienes reflejos laterales, no te sientes bien porque no hay interacción auditiva con lo que ves -puntualiza Behrens-. Por eso dejamos algunas caras reflectantes. Las paredes tienen el mismo aspecto, pero no hay material absorbente detrás de la chapa, así que la acústica original no queda tan amortiguada por estas superficies”.
La zona central de actuación y el auditorio están totalmente equipados, con un sistema Vida-L de Kling & Freitag Sound Systems, especificado por ADA-AMC (WSDG), y un sistema de iluminación del especialista Lichtvision Design.
El sistema de altavoces Kling & Freitag es un line array escalable, controlable y de rango completo que garantiza que la energía sonora se dirija exactamente donde se necesita, lo que tiene la doble ventaja de evitar el envío de energía a la gran sala reverberante y permitir que el público absorba la mayor parte del sonido.
“Ha sido un reto especial conseguir una acústica adecuada para usos multifuncionales, incluso con las reflexiones acústicas de la cubierta. En estrecha coordinación con el planificador acústico especializado y otras personas, conseguimos preservar las características de las superficies del edificio y, al mismo tiempo, cumplir los nuevos requisitos de tiempo de reverberación e inteligibilidad de la palabra”, concluye Christian Hellmund, de gmp Architects.
Te gustó este artículo?
Suscríbete a nuestro RSS feed y no te perderás nada.
• Sección: A fondo, Audio, Casos de estudio, Control, Distribución señales, Seguridad