Northern Ballet mira al futuro y actualiza su sistema de sonido con Yamaha Rivage PM3

Con la reanudación de las giras, la compañía Northern Ballet ha invertido en dos sistemas de mezcla digital Yamaha Rivage PM3. Estos se utilizaron por primera vez en el estreno mundial del ballet Merlin, que comenzó su gira en el Nottingham Theatre Royal.

Northern Ballet, que se define a sí misma como «la principal compañía de ballet narrativo del Reino Unido», interpreta un repertorio que va desde lo más tradicional a lo más contemporáneo. Una parte fundamental de su trabajo es llevar los espectáculos de gira, actuando para el público fuera de su sede en Leeds. Con la reanudación de las giras, el ballet ha mirado al futuro invirtiendo en dos sistemas de mezcla digital Yamaha Rivage PM3. Estos sistemas se utilizaron por primera vez en el estreno mundial del ballet Merlin, que comenzó su gira en el Nottingham Theatre Royal.

Fundada en 1969, la compañía de danza ha utilizado mezcladores digitales de Yamaha durante varios años, empezando por el M7CL.

«Como compañía de giras, la fiabilidad es primordial y siempre hemos estado muy contentos con Yamaha en ese sentido», afirma Steve Wilkins, director técnico del ballet. «Sólo hemos perdido un fader y una toma de corriente por daños en las giras, mientras que la experiencia con las consolas de otros fabricantes demostró que eran menos fiables. Por eso, cuando tuvimos que actualizarnos apostamos nuevamente por Yamaha».

Steve pidió al diseñador de sistemas del ballet, Alastair West, que especificara un sistema a prueba de futuro para apoyar el creciente repertorio de giras del ballet. El sistema tenía que cubrir una amplia gama de bases, incluyendo lugares que van desde teatros de estudio a grandes estadios. Además, se tenía que adaptar a cualquier tipo de producción, permitir la grabación in situ y ser utilizado con cualquier número de músicos.

Alastair consideró inicialmente los mezcladores digitales Yamaha CL pero al final optó por Rivage PM3, dadas las ventajas que ofrecía.

«Aparte de la megafonía -utilizamos sistemas de la casa o los alquilamos para producciones más grandes-, como empresa somos completamente autónomos para las giras. Mantener el tamaño de la caja del sistema de mezcla lo más pequeño posible para el transporte era tan importante como que las superficies de control ocuparan el mínimo espacio en los locales más pequeños. Disponer de sistemas de mezcla de última generación que no ocupan más espacio que una M7CL hizo que Rivage PM3 fuera una solución muy atractiva», comenta el técnico Sam Day.

El ballet invirtió en dos sistemas Rivage PM3 para que sus configuraciones de Front of House y monitores fueran lo más flexibles posible. En los recintos pequeños no siempre es posible colocar una superficie de control en la posición tradicional de FoH, por lo que aquí la superficie puede colocarse en una sala entre bastidores y controlarse mediante la aplicación StageMix de Yamaha.

Además de proporcionar la mezcla principal, el sistema brinda foldback para los bailarines y las alimentaciones para los monitores personales de los músicos. «Todos los instrumentos tienen micrófonos para facilitar tanto la grabación como la monitorización personal. Podemos colocar pantallas Perspex entre los músicos y controlar los niveles de ruido para ellos, permitiéndoles mezclar sus propios monitores y reduciendo la posibilidad de daños auditivos», añade Alastair.

Asimismo, también explica cómo en cualquier momento pueden grabar las actuaciones o hacer pruebas de sonido virtuales, “en lugares donde la orquesta tiene que acomodarse lejos del escenario, alejada de los bailarines. Con esta técnica, el director de orquesta puede salir al frente para escuchar la música y hacer los cambios que necesite».

Con todos los instrumentos microfoneados, “el Northern Ballet también es líder en lo que el equipo de sonido denomina mejora orquestal. No es una amplificación en el sentido en que la mayoría del público la conocería», dice Steve. «Se trata más bien de acercar el sonido al público de una manera más contemporánea de lo que es habitual en un ballet. Es la forma en que los compositores tienden a ver el audio, especialmente con las obras más modernas. Les da la flexibilidad de utilizar arreglos más modernos junto a los tradicionales sin que la orquesta suene amplificada».

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