Meyer Sound Constellation transforma un antiguo cine en una sala de conciertos

El sistema Meyer Sound Constellation, que se ha instalado en el Arlene Schnitzer Concert Hall, integra 86 micrófonos de detección de sonido ambiental y 294 pequeños altavoces.

Cuando el Arlene Schnitzer Concert Hall de Portland (Oregón – Estados Unidos) reabrió tras una pausa originada por la pandemia, los asistentes al debut de la temporada de la Sinfónica de Oregón pudieron escuchar una notable diferencia en el sonido de la orquesta, gracias a la solución Meyer Sound Constellation instalada.

Tras la instalación de este sistema acústico experimentaron una reverberación natural, rica y equilibrada, distribuida uniformemente por toda la sala. En el escenario, los músicos podían escucharse claramente a pesar de la desaparición del enorme armazón físico del escenario.

Con una capacidad para 2.776 asientos, el salón de conciertos Arlene Schnitzer fue construido en 1928 como una casa de vodevil, hizo la transición a las películas solo dos años después y finalmente se apagó en 1982. Tras un proyecto de renovación, el lugar reabrió en 1984 como una sala de conciertos de múltiples usos y el nuevo hogar de la Orquesta Sinfónica de Oregón.

“La nuestra es la primera restauración de una sala de cine antigua con Constellation, y eso hizo que fuera una pequeña curva de aprendizaje”, explica Robyn Williams, directora ejecutiva de Portland’5. “Es un sistema sofisticado pero está recibiendo críticas muy favorables. La experiencia del público es mucho mejor. Aquellos que ni siquiera saben que está aquí dicen que el sonido de la sala es muy bueno ahora, y aquellos que sí lo saben dicen que es un cambio de juego”.

La renovación de 1984 incorporó cambios significativos en la acústica arquitectónica, incluida la instalación de un gran armazón de escenario, para hacer que la reverberación de referencia sea adecuada para actuaciones sinfónicas. Pero los problemas permanecieron.

Los asientos debajo del balcón profundo experimentaron un notable desequilibrio y atenuación del sonido, y el enorme armazón del escenario no logró distribuir el sonido de manera uniforme en la sala. Además, la carcasa envejecida era difícil y requería mucho tiempo para mover y almacenar, y comenzaba a generar problemas de seguridad.

Williams y otros tomadores de decisiones clave habían reservado inicialmente una solución acústica activa, basada en parte en la experiencia, con un sistema de generación anterior de un fabricante diferente en una sala en otro lugar de Oregón. Pero Williams cambió de opinión tras probar Constellation en el recinto SoundBox de la Sinfónica de San Francisco.

“El caparazón estaba al final de su vida, y éramos reacios a gastar mucho más de seis cifras en una solución que servía solo a una organización artística. Constellation no solo mejoraría la acústica de la sinfonía en el escenario y en la audiencia, sino que también brindaría flexibilidad para la amplia variedad de otros géneros musicales que presentamos aquí”, aclara Williams.

Los especialistas en preservación histórica del Grupo de Recursos Arquitectónicos (Architectural Resources Group) trabajaron con los consultores teatrales de The Shalleck Collaborative en la planificación general y proporcionaron el marco para las especificaciones técnicas del propio equipo Constellation de Meyer Sound.

“Es trascendente, una diferencia entre el día y la noche”, comenta Scott Showalter director ejecutivo de la Sinfónica de Oregón. “Los músicos pueden escucharse mejor y el sonido es más visceral en la audiencia. Independientemente de dónde estés sentado, escuchas un verdadero equilibrio de todos los instrumentos”.

Una vez instalado, el sistema Constellation consta de 86 micrófonos de detección de sonido ambiental y 294 altavoces pequeños colocados meticulosamente, con varias combinaciones asignadas a cuatro zonas acústicas distintas en el escenario y en la sala.

Las mejoras acústicas se crean utilizando el algoritmo VRAS patentado, alojado en una plataforma de audio digital D-Mitri. Instalado por Sound Image, es el sistema Constellation más grande de los Estados Unidos en términos de despliegue total de altavoces y micrófonos.

El director de Proyectos de Meyer Sound para Constellation, John Pellowe, ex ingeniero de grabación clásica de Decca Records en Londres, supervisó el proceso utilizando una variedad de conjuntos en el escenario como fuente musical. El debut del sistema se produjo con el primer concierto por suscripción de la Sinfónica de Oregón bajo la dirección del director musical David Danzmayr.

Consciente de que hay docenas de otros cines en todo el país ahora reutilizados como salas de conciertos de usos múltiples, Williams espera que la de Arlene Schnitzer se convierta en una meca para sus compañeros.

“Constellation es algo que da nueva vida a estos grandes edificios antiguos. Crea una acústica nueva y flexible sin grandes paneles reflectantes ni nubes flotantes, por lo que no perjudica la estética visual. Es discreto y respetuoso con la arquitectura histórica».

Basado en un avance patentado en procesamiento digital para espacios acústicos, Constellation coloca un reverberador multicanal entre conjuntos de micrófonos y altavoces distribuidos por la sala. El reverberador aumenta el volumen aparente de la sala física mientras que la variación de la ganancia en los micrófonos cambia la absorción aparente o la reflexión de las superficies de la sala.

Al complementar los primeros reflejos o extender la reverberación, el sonido en la sala se comporta como si fuera más grande, con una forma diferente o construida con materiales que exhiben diversos grados de absorción o reflexión. La energía del sonido introducida en la habitación se recaptura continuamente, y los reflejos disminuyen de nivel según el programa preestablecido para crear el efecto de reverberación específicamente deseado.

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