RFID: la tecnología que está cambiando el mundo
Isabel Echevarría, directora de Relaciones Institucionales de la Fundación José Manuel Entrecanales, aborda en este artículo el notable incremento de los ámbitos de aplicación de la tecnología RFID, que permite a los usuarios disponer de información fiable y actualizada en tiempo real de los registros, la gestión eficaz de los activos, la localización inmediata de los archivos o el control y monitorización de la calidad de los servicios.
La tecnología de identificación por radio frecuencia, conocida por sus siglas en inglés RFID (Radio Frequency Identification Device) es un sistema que, aunque ya se utiliza desde hace años (de hecho, se utilizó por primera vez en la Segunda Guerra Mundial para identificar aviones amigos) es en la actualidad cuando mayor relevancia está tomando. Gracias al actual desarrollo tecnológico y al descenso de precios de los componentes electrónicos, esta ciencia se está orientando hacia sectores como la logística o las cadenas de suministros.
En un sistema RFID el elemento a identificar; que puede ser un objeto, animal o persona, se etiqueta con un pequeño chip que va unido a una antena de radiofrecuencia de modo que puede comunicarse e identificarse, a través de ondas de radiofrecuencia por un dispositivo transmisor/receptor. Lo que hace que este sistema sea más valioso que cualquier otro utilizado para este fin, es que el chip de RFID permite almacenar información de identificación que confiere a cada uno de los elementos etiquetados un carácter único.
Y esto, hablando claro, ¿en qué puede mejorar nuestras vidas?
La verdad que los usos son casi infinitos. Algunas empresas ya han empezando a exprimir el potencial de los códigos RFID en los sectores postal, bibliotecario, de salud, ferroviario, de seguridad e industrial. El día a día de la sociedad irá cambiando a medida que esta tecnología siga instalándose en lugares en los que la ciudadanía pasa gran parte de su tiempo.
En España, somos pioneros en el desarrollo de esta tecnología. En el sector sanitario, por ejemplo, ya está bastante implantado. Se utiliza, entre otras cosas, para la identificación y trazabilidad de pacientes y activos dentro del ámbito sanitario, lo que supone una asistencia de mayor calidad y un incremento de los niveles de seguridad, proporcionando beneficios como la identificación de pacientes mediante códigos RFID, un registro del tiempo que lleva alguien sin ser atendido, mejor acceso a la Historia Clínica Digital, localización de enfermos, reducción de errores en la administración de medicamentos…
La localización de activos posibilita, además, disponer de una información completa de las existencias más importantes de una planta de hospital a través de un software de visibilidad. Esto, además de beneficios asistenciales, proporciona beneficios económicos ya que reduce la pérdida y robos de equipos, disminuye el tiempo de búsqueda de máquinas… Esta tecnología permite, además, monitorizar las temperaturas. Esto garantiza que muestras, vacunas, órganos, medicamentos, bolsas de sangre, fármacos…están siempre a la temperatura precisa. Los dispositivos permiten programar alertas en caso de que las temperaturas excedan los límites autorizados y todo ello sin necesidad de una toma de datos manual, ya que se registra en tiempo real a través de Wi-Fi.
El sector postal ha sido otro de los beneficiados en la implantación de la tecnología RFID. Las soluciones que ya se utilizan proporcionan transparencia y fiabilidad en la información de las operaciones logísticas, permitiendo una optimización de los recursos y una mayor eficiencia en los procesos.
Proyectos de futuro
Una de las utilidades que ya se aprovechan de esta ciencia, y que probablemente se irán incorporando poco a poco en todos los comercios, es su uso como sistema antirrobo. Lo que se ha hecho es crear una alfombra RFID anti-hurto. Cada prenda lleva un tag identificativo que en el momento de la compra es desactivado. Si alguien intenta llevarse una prenda sin haber pagado en caja, cuando pasa por encima de la alfombra de la salida, el sistema detecta los tags no desactivados y hace saltar una alarma. Todo sin necesidad de arcos de seguridad ni las tradicionales alarmas que, con un simple tirón, pueden ser arrancadas.
Otro de los usos que ya se le están dando algunas tiendas a esta tecnología es lo que se denomina “Probador inteligente RFID”. Gracias a este sistema, cuando un cliente entra en uno de estos probadores, un lector integrado en la ropa reconoce las etiquetas y una pantalla táctil, ubicada en el mismo lugar, emite imágenes con especificaciones de las prendas y, además, sugiere complementos y accesorios que combinen con la pieza. El cliente puede buscar diferentes colores, tallas, modelos…y obtener toda la información que necesite del producto: precios, descuentos, ofertas… es probable que en un futuro cercano todas los comercios dispongan de uno de estos útiles probadores.
Otras utilidades
En librerías y bibliotecas ya se han instalado estanterías inteligentes. Lo único que se necesita es colocar unas alfombrillas en las baldas de los armarios que permiten conocer, en todo momento, los ejemplares que tienen sobre ellas. Hace, en definitiva, un mapa real de la biblioteca. Estos son sólo algunos ejemplos de cómo podemos aprovechar esta tecnología, que también se puede utilizar para inventariar, como estación de pago, para etiquetar de forma masiva…
En los últimos años la tecnología RFID se ha desarrollado y perfeccionado disponiendo, incluso, de estándares internacionalmente aceptados y de la aceptación de las Administraciones Públicas, responsables de la asignación de frecuencias que ya han entendido que los recursos deben ser compatibles para que esta tecnología se utilice a nivel internacional.
El uso del RFID permite, en definitiva, distinguir de forma sencilla y rápida el tipo, cantidad y variedad de artículos de los que se disponen. Esta solución supone una serie de beneficios entre los que destacan la capacidad de disponer de información fiable y actualizada en tiempo real de los registros, la gestión eficaz de los activos, la localización inmediata de los archivos o el control y monitorización de la calidad de los servicios. Una tecnología que, en resumidas cuentas, facilitará nuestro día a día y aumentará la seguridad y fiabilidad en tiendas, comercios, almacenamiento, industria…
Isabel Echevarría Aburto
Directora de Relaciones Institucionales de la Fundación José Manuel Entrecanales
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