La pantalla Toshiba Vision recibe 2014 en la neoyorquina Times Square ante un millón de personas

La multinacional japonesa Toshiba ha vuelto a patrocinar la cuenta atrás para recibir el nuevo año 2014 en la neoyorkina Times Square, con un gran espectáculo de música, luz y sonido que fue seguido por más de un millón de personas en directo y millones por televisión e Internet.

La tradicional cuenta atrás de la famosa ‘Ball Drop’ o bola de cristal que cada año marca el fin de un año y da la bienvenida al siguiente en la emblemática Time Square de Nueva York ha tenido de nuevo como esponsor oficial a la multinacional japonesa Toshiba.

La pantalla que corona el edificio central de Times Square, denominada Toshiba Vision, situada justo debajo de la bola de cristal luminosa, mostraba la cuenta atrás para recibir el nuevo año en la ciudad de los rascacielos, que se reforzó con un espectáculo audiovisual de efectos pirotécnicos.

Además de esta gran pantalla, Toshiba distribuyó otros seis sistemas LED móviles por toda la plaza para retrasmitir durante todo el día la llegada de 2014 en otras dieciséis ciudades del mundo, comenzando por Tokio, sede de esta multinacional. En este patrocinio, la compañía también apoyó este espectacular evento con una app móvil para teléfonos y tabletas específica para la ocasión, denominada Times Square Ball App, que permitía acceder en directo a todo lo que ocurría en la plaza, además de incluir vídeos exclusivos y contenidos relacionados con el Año Nuevo.

Wie bereits fortgeschritten Digital AV Magazin, este espectáculo de actuaciones en directo, visualizacion, luz y confeti fue seguido por más de un millón de personas en directo y muchos millones por telévisión e Internet, pese a las temperaturas bajo cero, para recibir a 2014, ya que Toshiba también habilitó una web para seguir en streaming todo el evento.

La tradicional cuenta atrás de sesenta segundos que hace descender la gran esfera luminosa la inició la jueva del Tribunal Supremo, Sonia Sotomayor, cuando activó el botón de descenso, que la multitud congregada en la plaza fue coreando hasta estallar en el júbilo y los gritos de celebración, acompañados por una lluvia de confetis y fuegos artificiales.

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