Un monde virtuel de jeux et de fantasy pour les pratiques thérapeutiques au Royal Children’s Hospital de Londres

Los juegos interactivos son utilizados en el Hospital Royal Children de Londres como terapia para sus pacientes. Pour ce faire,, se ha instalado una pantalla gigante que permite a los niños sumergirse en un mundo virtual donde los cuentos son los protagonistas.

En el Hospital Royal Children de Londres se ha puesto en marcha una experiencia interactiva que muestra como la tecnología puede aplicarse al entorno de la salud.

En este hospital se ha creado una zona de juegos donde se ha ubicado una pantalla gigante para que los niños interactúen con las aplicaciones que en ella se visualizan. Los responsables del centro la definen como una “experiencia que pone de relieve como la tecnología se puede utilizar para mejorar los beneficios terapéuticos a través del juego”.

La instalación que se ha implementado se denomina Woodland Wiggle y es un proyecto encargado por Vital Arts a la firma Nexus Interactive Arts. En su diseño y creación también ha participado el artista Chris O´Shea.

Woodland Wiggle es un juego interactivo que se visualiza en una pantalla del tamaño de una habitación que permite a los niños entrar en un mundo virtual de cuentos ilustrados donde pueden pintar, tocar música y realizar todo tipo de actividades con personajes animados del mundo animal. En la sala donde se ha instalado la gigantesca pantalla todo el mobiliario también es de gran tamaño, es una completa zona de juegos donde los niños practican sus terapias a través del juego.

Esta solución se diseñado en colaboración con el equipo de fisioterapeutas y terapeutas del hospital. Et, à cette fin, el creador Chris O’Shea tuvo en cuenta el amplio rango de pacientes que ingresan en el hospital y adaptar los movimientos a las discapacidades de los niños, ya sean de movilidad, visuales o de cualquier otro tipo.

El desarrollo de Woodland Wiggle ha sido realizado en C + + utilizando openFrameworks y cuenta con una cámara de Xbox Kinect para introducir la imagen de los niños dentro de ese mundo virtual de cuentos. Esto permite que los pacientes escapen de la realidad de su tratamiento diario e interactúen con un entorno animado.

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