François Schuiten lleva la realidad aumentada y el 3D al mundo del cómic en ‘La Douce’

ダッソー・システムズ, empresa francesa dedicada al diseño y desarrollo de aplicaciones 3D y simulación de la realidad, y el artista François Schuiten han combinando la tecnología en tres dimensiones y los dibujos del conocido autor belga para crear ‘La Douce’, el primer cómic que aprovecha las posibilidades 3D de la realidad aumentada.

La última historia del conocido dibujante belga François Schuiten, ‘La Douce’ (Editorial Norma), desborda el papel al incorporar al cómic la novedosa tecnología de realidad aumentada, un experimento que podrá verse en España a finales de septiembre. El autor de ‘Ciudades Oscuras’, un apasionado de los trenes, ha querido devolver a la vida a la locomotora modelo 12.004, llamada ‘La Douce’, en francés un juego de palabras entre “la dulce” y “la doce”. Era una locomotora fabricada a finales de los años treinta del pasado siglo, considerada una joya de la industria tanto por su diseño futurista como por su velocidad.

El cómic vuela entre el pasado y el futuro en la forma de combinar el blanco y negro de la novela gráfica tradicional con la realidad virtual, pero también en el contenido al narrar la historia de Léon Van Bel, un maquinista que se niega a deshacerse de su vieja locomotora cuando el resto del mundo se pasa al teleférico, debido a la inminente inundación que amenaza el planeta. “Como el personaje, yo también me encuentro dividido entre el presente y el futuro”, admitió el dibujante, que dijo sentirse “apegado” a la pluma y la tinta, そして同時に “fascinado” por las nuevas tecnologías.

Cómic en 3D

Fue el propio Schuiten quien ofreció el proyecto a la empresa ダッソー・システムズ, dedicada a desarrollar programas en tres dimensiones (3D) y realidad virtual con aplicaciones industriales. El resultado es un cómic en 3D animado por esa ‘realidad aumentada’ 何, como su nombre indica, crea la ilusión de “aumentar” la realidad, al reproducir en la pantalla del ordenador o del móvil una mezcla de imágenes reales en vivo captadas por una cámara y elementos virtuales extraídos de un software o de Internet.

“Lo que me gustó de este proyecto es que no contraponía modernidad y tradición, sino que las entremezclaba”, ha señalado el artista polifacético. A su juicio, por mucho que evolucionen las nuevas tecnologías, “siempre se seguirá escribiendo y dibujando”, con la diferencia de que en el futuro, “quizá las palabras saldrán volando de las páginas”.

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